¡El momento de ganar el juego!

Es inútil establecer metas desafiantes si la organización no tiene una rutina sistemática para monitorear los resultados.

La disciplina de acompañamiento de los resultados es la clave del éxito en el logro de las metas.

Según Harvard Business Review, el 90% de las estrategias fallan debido a problemas en la ejecución.

La mayoría de las organizaciones no tienen disciplina cuando acompañan los resultados y, en muchos casos, en los que sí lo hacen, las reuniones están guiadas por justificaciones, donde no se identifican de manera asertiva las causas de las desviaciones.

Los rituales de gestión deben llevarse a cabo sistemáticamente en todos los niveles gerenciales. Es importante evaluar los resultados de los indicadores, lo que se planificó y lo que realmente se logró.

Se deben buscar las causas profundas de los problemas. El uso del diagrama de causa y efecto (diagrama de Ishikawa, espina de pescado) para organizar y ayudar a la priorización es esencial.

Es esencial que el producto de cada ritual de gestión sea un plan de acción coherente y validado por todos. No haber alcanzado la meta, no es tan grave si la organización tiene planes de corrección bien definidos.

La rutina de acompañamiento de resultados permite evaluar sistemáticamente la evolución de las metas, así como la implementación de planes de acción.

¿Su organización evalúa sistemáticamente los resultados y define planes de acción correctivos efectivos?

Igor Della Croce

Igor Della Croce

Licenciado en Ingeniería de Minas de UFMG, con un MBA en Finanzas de IBMEC. Especialista en Gestión de Rutina, Gestión Integrada de Resultados, Alineación de Metas y Gestión de Procesos. Trabajó como consultor para INDG durante 14 años en proyectos en Brasil y en el extranjero en los segmentos de acero, alimentos, finanzas y telecomunicaciones. Actualmente es coordinador de proyectos en el Instituto Aquila.

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